miércoles, 31 de octubre de 2007

Víspera de todos los Santos.


Buenas noches, una de las noches más mágicas del año... (esto le tiene que sonar a alguien fijo);


Hoy, mientras todo el mundo está por ahí de farruqui, aquí estamos trabajando sacando unos bonitos ingresos "extra" lo que hace que tampoco se lleve tan mal la cosa.


Mañana, esta noche ya, se rinde culto a los fieles difuntos... tampoco sé muy bien qué falta le hace a los fieles difuntos que les rindamos culto, tal vez sería mejor implantar la fiesta de los fieles no difuntos, o mejor, de los no difuntos en general sean fieles o no... un rollo de esos de cadena de favores, que haya un día, al menos un día, en el que todo el mundo trate de hacer algo por otra persona, algo bueno se entiende... está bien pensada la utopía, bah, no está bien pensada, es una utopía, pero para eso están las utopías, para que la gente piense " oh, qué bien pensado está..." y luego cada cual haga lo que le salga de su preciosa nariz.


Pues bien, hoy todos nos acordamos en algún momento de algunos acompañantes vitales que por azares varios no están ya junto a nosotros.

Tampoco sé dónde estarán, pero es mucho más cómodo pensar que están en un lugar mejor... como siempre, todo cultural... si en otro sitio hubiéramos nacido, otros pensamientos tendríamos al respecto...

El caso es que siempre, yo por lo menos, preguntas el por qué; te das cuenta estos días de lo absurdo que resulta este mundo nuestro, partiéndote los cuernos para ... ¿para qué?... mucha gente errada, hay cosas que si merecen la pena, hay gente que se rompe los cuernos por cosas que nada importan, al final, nada.


Echo de menos a mucha gente, algunos familiares y amigos, pero también echo de menos a muchos otros personajes que aparentemente nada tenían que ver conmigo... echo de menos a ese señor con barba con el que me cruzaba casi a diario por la calle, ninguno de los dos sabía cómo se llamaba el otro ni a qué se dedicaba, pero para mi ya era parte de mi vida, parte de mi rutina... es que todo esto es una gran telaraña, como la teoría esa de que en ¿3 pasos? puedes llegar desde tu persona a cualquier otra del mundo... y en menos en muchas ocasiones. A ese niño cabezón (porque objetivamente era cabezón) de ojos grandes, azules y saltones, que siempre iba en el Metro con un balón de baloncesto bajo el brazo cuando yo volvía de mi casa al colegio después de comer.

Echo de menos a Joaquín el tendero de mi niñez (ese al que mi madre guarda tanto afecto por vender a un crío de 3 años 50 chicles de peseta), echo de menos a Nacho Gil, compañero del Kinder, que vaya usted a saber por dónde anda... echo de menos... si, a tanta gente...

Echo de menos a personajes que, sin ser de mi familia, quería-quiero, como si lo fuesen, de hecho mucho más que a algunos de mis familiares... mr. J, ya está en su parcelita de la sierra, junto a su mujer, confío en que todo vaya bien... sé que si hay justicia, todo va bien (en fin, sin conocerlo mucho tiempo, me caló hasta el hueso).

Echo de menos a mr. R, mejor sexto hombre, con sus pedradas, sus anécdotas inconclusas sobre italianos con infartos, su modo apestoso de jugar al billar, al baloncesto... su modo de escuchar, de hecho creo que hay cosas que sólo sabía él...su modo de peinarse como Navajita Plateá,... en fin, que le echo de menos, mr. R, allá donde esté usted (ya nos veremos, no lo dudes).

Te echo de menos tata!!! mucho!!! ojalá estuvieras aquí... seguro que estás aquí!.


En fin, que como podéis comprender, uno tiene algo de camino recorrido y hay compañeros de ruta que se han ido quedando.


También echo de más a otra mucha gente... a veces me pregunto por qué quien elige el que se va o el que se queda, lo hace tan mal... (tendrá razón mr. P y el Dios que nos maneja lo hace de culo?).


Por último voy a compartir mi deseo de dejar este mundo antes que alguna gente, hay seres sin los que no podría vivir, plugo a Dios que me lleve antes que a ellos, pero me resigno, sé que en algunos casos es casi imposible... aunque... nunca digas nunca.


Vamos a dejarlo, que es demasiado intenso...


Besitos para ellos, horribles presencias infernales en sus oscuros aposentos para ellas.


ECM


P.D.:"La muerte tiene una sola cosa agradable: las viudas."
Enrique Jardiel Poncela.

2 comentarios:

vatos dijo...

Muy intenso pensar en quien echas de menos y cómo les irá en la vida, sip.
No me gusta tener que dedicar un día a los muertos. A la gente a la que querías la echas de menos durante el año, no sólo en el día en que vas al cementerio con la multitud. Yo prohibía los cementerios: se coge un cadáver, nos quedamos con lo que valga para la ciencia/medicina y el resto lo quemamos. Que no tengamos que ir a una tumba para recordar a aquellas personas que fueron importantes hasta que sus vidas acabaron.

Anónimo dijo...

No lo había leído. Tres hurras por Mr R. y el acojonado del italiano

Mr P