Verdosa opresión que me desespera.

Buenos días mis queridos conciudadanos;

No puedo escribir mucho, el Gran Hermano me vigila ( y cambien ustedes Gran Hermano por la grande y olorosa criatura que mora en el lodazal y es auténtica basura)...
Sus manos parecen racimos peneales y causa el terror con su hediondo aliento tras las masculinas nucas.

Sólo narraré un par de cosas, hoy obligado: Aupa ATLETI!!!!!

Y un espero ver mañana a los berlineses compadres de infantiles (y no tan infantiles) juegos y andanzas... si no es mañana, podrá ser el sábado o domingo... en todo caso alguien ha de contarme las grupiles caminatas, las bicicletada postdamiana y los jugueteos a extraños entretenimientos de freak.

Es en estas largas noches cuando pienso en la brevedad de la vida que a veces parece taaaaaaan laaaaaarga.
Aprovechemos pues la vida para insistir en realizarnos, algo que merezca la pena, no ser un maldito gafudo achaparrado que porta el amarillo chubasquero al amparo del pasajero albor de otro humano ser llamado hijo.
Algo hay que hacer... algo hay que hacer...

La bestia de Galapagar impide la creación, he de cesar en mi empeño... desisto, no podré oponer mucha resistencia cuando su ataque especial con combo de la muerte me alcance.

Besitos para ellos, sedosas y amistosas mascotas venenosas para ellas.

El Chapero de Montera.

P.D.: "A partir de cierto punto no hay retorno. Ese es el punto que hay que alcanzar."
Franz Kafka