miércoles, 22 de diciembre de 2010

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Bueno bueno bueno mis queridos amiguitos...
Ya es Navidad en el Corte Inglés.
Felices fiestas y que les sodomice un mono loco el resto del año.
Por primera vez de verdad de la buena no tengo el más mínimo espíritu de la Navidad, tal vez tenga que hablar con mr.Pu y que represente de nuevo la función premiada... tal vez...
En estos momentos en lo último que pienso es en la Navidad, ni en Jesús naciendo y todos contentos (en realidad, Jesús tampoco debiera estar muy contento sabiendo como se supone que sabía como terminaba la historia), no pienso en ello porque tengo otras mil historias más importantes en las que pensar, no todas ellas alegres... alguna sip, pero no todas, nop...
Creo haberles contado en alguna ocasión un pequeño problemita que me aqueja -tal vez algún día visite un psiquiatra, hoy(en serio señores, sus motivos hay, creánme!) me lo he planteado-:
Cuando la gente que está a mi alrededor, a la que en definitiva, quiero(que sip que sip, que los vinagres también quieren, lo ocultan bien...bueno, ultimamente lo ocultan bastante mal.... pero quieren) está jodida, un servidor está jodido... lo que me lleva a pensar aquello de que soy una jodida esponja de dolor... con lo que ni ayudo a nadie ni me ayudo a mí.
Bueno, pues con todas las buenas sorpresas -en lo que a personas se refiere- me ha dado este año, con todas las sorpresas y con lo que llevaba de antes, mi núcleo duro, esa gente que sé de qué va y sé cómo va a reaccionar, y sé que me quiere, no sólo porque alguno de ellos lo haya manifestado graficamente en los últimos tiempos (enmarcado está, colgado de mi pared... pero por la parte que el resto puede ver, la parte mía, se queda por dentro, oculta, como tiene que ser, porque así es) este año ha sido objetivamente muy bueno, bueno en esto, porque en otras cosas ha sido malo, muy malo, y he hecho pupita, pero como alguien dijo, es ley de vida, el tema es que la ley de vida me toca las pelotas, me toca las pelotas y me infla los cojones.
La sensación que tengo es que ya soy mayor... y soy mayor porque me fastidian algunas cosillas a de las que antes ni tenía conciencia; soy mayor porque me importa la familia... mi familia, esa familia a la que normalmente no hago ni p. caso... pero que me hace caso a mí, esa familia de la que no sé nada, pero ella de mí lo sabe todo... gracias, muchas gracias, está claro que nunca podré agradecer todo, tal vez cuando tenga mi propia familia, alguien piense lo mismo... tal vez... y ojalá, porque eso querría decir que me parezco un poquito a mis ejemplos vitales.
Soy mayor porque me preocupo de cosas que ni sabía antes, soy mayor porque ya son 30 palitroques, no se crean... pero no es por eso, no... es porque esta cosa de la vida me va poniendo delante nuevos muros cada día... y ya son muchos... y son numerosos los palos recibidos, no, no tantos, no me quejo, la vida a mí no me trata mal (antes de que lo diga vd., mr. M, lo digo yo), pero la vida sabe que me jode que trate mal a otros, a los míos... es curioso, si se extrapola aquello de que los míos son los míos por mera estadística-alguien piensa que ustedes serían mis amigos de haber nacido yo en Tombuctú?... eh, eso también, una vez mi señor padre me dio una lección al respecto, una dudosa lección, pero lección de principios, firmes, muy firmes principios... olé sus cojones!...- se infiere que en algún momento podría importarme la mierda que a cualquier persona (o animal... e incluso alguna planta) le ocurra... lo que me haría ser una especie de súper héroe estilo "el increíble absorbedor del dolor"... estaría bien, si hiciera desaparecer el dolor ajeno, pero no, la cosa es tan tonta que sólo se multiplica por dos.
Soy mayor porque no me apetece salir, prefiero una tarde con Aki en el parque que copas, música y mistelas... soy mayor porque la Play lleva arrinconada un mes sin que le haga ni puto caso, sólo ocupa su espacio a la espera de unas manos deseosas y una mente vacía... soy mayor porque cada vez cuesta más ponerme la ropa de niño tonto y correr un rato... soy mayor porque me alegro de cosas de las que antes pasaba olímpicamente, ahora veo que son importantes, esas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena? vale la pena? mmmm, por lo menos, dejen que lo dude.

Y bueno señores, que no les abraso más,
tengan ustedes unas felices fiestas, pasen el trámite lo mejor posible...
y que les sodomice un mono loco el resto del año.

P.D.: perdonen vuesas mercedes la ortografía, lo que tiene usar un cuarto de pantalla, el negro se apodera progresivamente de mi portátil.

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