miércoles, 3 de mayo de 2017

South of the border, down Mexico way...

Buenas buenas buenas mis estimados cenutrios,

ECM se desplaza a Ciudad de México en misión laboral.

Contaremos hoy -mayestático, claro- el primer día en estas lejanas tierras regadas con la sangre de Moctezuma y los suyos.

Coger un vuelo tras ver al gincho meter 3 goles a mi atleti, no es agradable.
Que el asiento que queda junto al tuyo, vaya vacío, lo es un poco más.
Dormir casi del tirón el vuelo completo, más aún (gracias diazepan).
Que el recibimiento en este inestable (por lo tectónico) país sea tan bueno, suma.
Poder turistear cual japonés en el british, sigue.
Entrar en la catedral de México, sigue sigue.
Visitar las ruinas precolombinas adyacentes, sumando que te suma.

Básicamente, de eso quería yo hablarles hoy...

Resulta que mi jefa mexicana es más maja que las pesetas y ha tenido a bien recogernos a eso de las 4:45 de la mañana.
Nos trajo al piso, que es un señor piso.
En el reparto, me tocó la cama grande, con su baño ensuite, y con su vestidor, ojito.

El metro de México mola, salvo cuando el conductor de turno trata de partirte en dos cerrando la puerta estratégicamente.

La gente, por ahora, es extraordinariamente maja, pero mucho mucho.
Compra cara, comida barata en las calles... aten cabos... poco se cocinará aquí, poquito.

Pues eso, que las primeras impresiones son buenas.
Que los que apostaban porque no llegaba al piso porque sería violado, robado y asesinado (en diversas combinaciones y órdenes- que alguno veía a un morenito mancillando mi muerto cuerpo-) se equivocaron.

Y como estoy al borde de la muerte,
no puedo sino adjuntar unas fotejas y alzar mi voz al viento con un sonoro...

VIVA MÉXICO CABRONES!!!!


P.D.: No pidáis chupitos en México, entienden cosas raras.




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