30 de Junio de 1908,
A pocos kilómetros de aquí, se esconde una gran sorpresa, tan grande que ni el hacedor de la misma conoce sus reales dimensiones.
La curiosidad hace que no pueda dejar de preguntarme cómo será... sin más, ávido de conocimiento, ultimo los preparativos.
Búsqueda provechosa durante meses, sin pararme a mirar el fin para sólo concentrarme en cada paso, para disfrutar el camino desentrañando los misterios del peldaño que me ha de llevar al siguiente escalón, de ahí al próximo... hasta el final, pero ¿hubo alguna vez final en este juego? aunque me aparte, aunque me quiera bajar, todo seguirá, como si tal cosa, tan desagradecido que nadie ni nada se parará a pensar alguna vez que alguien falta. Tal vez una fugaz mirada atrás para tomar conciencia de que alguna brizna decidió posarse en el camino. Sólo eso.
Son ya tres décadas, 30 años, 6 lustros... y se ve tan cerca el final... pronto lo veremos, es una jugada final, todo a una carta, sin posibilidad de dar marcha atrás, aquí no hay dedo sujetando la página del libro por si, Dios no lo quiera, en la siguiente página se esconde el final que no se desea, el final que nunca nadie quiso para sí. No hay restart. No hay nada. Nada más.
La respiración, cortada en ocasiones debido al frío, cada vez se hace más pesada, casi imposible, he de mantener la atención o ahí mismo caeré, sin darme cuenta de que se me olvidó seguir viviendo, creo que no soy el único al que se le olvidó.
En un momento dado, alguna mente preclara pensará algo obvio, algo que el coro de voceros correrá a proclamar como innovador, algo que cambiará el rumbo... pero no amigos, no, el rumbo no cambia, el rumbo es uno, nadie puede salir del camino prefijado, nadie puede descarrilar este inmenso tren que avanza hacia quién sabe dónde, en la oscuridad, sin luces que puedan alumbrar a los pasajeros... que, torpes, tratan de robarse unos a otros los pequeños destellos que algunos son capaces de ver.
Un breve período entre el hielo y el cielo. Bolsas de plástico. Ecos de gritos que no llegan a oídos de nadie.
Y un cometa vendrá, y nadie aprovechará su instantánea luz para discernir alrededores. Ignoto espacio y tiempo a distancia que la mano puede tocar. Densidad anómala en el cráneo del nuevo hombre, pavoneándose este de sus avances y mejoras... pobre, aún no se ha dado cuenta de que cuando cree que avanza, la escalera vuelve de nuevo al mismo nivel, trampa de la perspectivca que engaña sus sentidos.
Hace años propuse una hipótesis que demostraba muchas cosas. Hace años una manzana golpeó mi cabeza, hace años fui tocado por la varita mágica y pude ver un reflejo... o creí verlo, eso es, más bien creí verlo, nunca pude estar más seguro de que sólo fue un reflejo... y un reflejo distorsionado, maleado de manera que me hiciera luchar por mi verdad, sin poder comprender, ni entonces ni ahora, que mi verdad, no es la Verdad. No hay Verdad. No para mí.
Y es curiosa la estadística... estadística, nos gusta mucho... es una especie de oráculo para tratar de conocer lo que sucederá a posteriori, 5000 años y poco se ha avanzado... si la estadística dice que caerá, tomaré como cierto que caerá... si bien llegado el momento, no sólo no cae, sino que queda en lo alto, como retando, como haciendo ver que todo es relativo, que nunca ha habido nada absoluto, no para nosotros, no para mí. A mí me gusta más creer que todos esos datos no sirven, que conmigo no funcionan las mismas leyes que prevalecen dentro de este tren, por favor, dejen algo de magia para mí, dejen que me salga de la norma, dejen que piense en serruchos grises y no en martillos rojos.
Son mil millones de toneladas de razones, de vuestras razones, de las que fueron mías en un tiempo. Porque quiero volar, porque quiero saber que al caer, no voy a hacerlo en el mismo sitio, porque quiero imaginar que cuando salte, este invento seguirá girando bajo mis pies, haciendo que me pose donde quiera posarme, no donde todos esperan que me pose.
Absurdo Nimrod, quisiste iluminar con tu reflejo... pero te confundieron, nunca pudiste llegar más lejos de donde te dejaron llegar. Valentía y tesón, pero de un plumazo, tabla rasa. Has retado, dijeron, pero no retabas, sólo tratabas de iluminar, sólo tratabas de buscar un sentido... pero- como pequeño insecto que actúa sin más, porque debe hacerlo, porque quiere hacerlo, instinto lo llaman- algún día decidirás posarte, echarte a un lado del camino y contemplar por fin de qué se trata. Y verás que no hay sentido, de que es porque es, que no importa lo más mínimo coger una salida o la siguiente, que izquierda o derecha se confunden con arriba y abajo, que hoy es ayer y que ayer será mañana. sólo no es.
Acículas afiladas orientadas hacia tu razón. No tener en cuenta los detalles. Cambios en nutrientes. Avances hacia nada. Infinito y Nada. Explosión e implosión. Haz y envés. Volar por los aires, volar en el vacío, ¿eso es volar? nada queda claro y no hay respuesta. La pregunta sigue en el aire, de eco en eco... pero nunca nadie podrá oírla para tratar de contestarla.
Y si muero antes de despertar, ruego al Señor que se apiade de mi alma.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
miércoles, 15 de septiembre de 2010
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